Bajo un manto blanco se han despertado en muchos lugares ésta semana en Asturias. Nieve y hielo que se confundían y se encontraban en cada rincón que miraba.
Casas con sus tejados congelados.
Barandillas, repletas de nieve en las que no querías apoyarte por miedo a romper esa «magia» que había en ellas.
Caminos vírgenes en los que dejaba mi huella y me imaginaba que sólo yo los había pisado por primera vez.
Ventanas castigadas por el paso del tiempo, pero que servían para hacer un alto en el camino.
Árboles y plantas que te sumergían en un mundo paralelo.
Y templos que parecían ser los únicos en pie en ese mundo de cristal.
Buen fin de semana! Descansad, pero sobre todo, desconectar!!
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